«La COP26 como oportunidad para que Argentina logre posiciones ambiciosas y consistentes con el Acuerdo de París»
Autoras: María del Pilar Bueno, Agustina Pacheco, Paula Ellinger y Victoria Laguzzi.
Argentina se encuentra ante el desafío de estabilizar la relevancia del cambio climático en su agenda política y, así, robustecer la coherencia entre las posiciones internacionales en la CMNUCC y la política nacional, de manera que se fortalezcan los espacios nacionales de participación de múltiples actores. Para esto, el país debe completar la implementación de la Ley de Cambio Climático mediante: la elaboración participativa del Plan Nacional de Adaptación y Mitigación al Cambio Climático; la puesta en funcionamiento del Consejo Asesor; la articulación y retroalimentación entre las Mesas del Gabinete Nacional de Cambio Climático y la generación de diálogo entre distintos actores (provincias, sector privado, ONG, academia, etcétera). En el documento se concluye que la adaptación debe ser una verdadera prioridad en las agendas interna y externa de la Argentina y para ello, es sustantivo culminar la primera iteración de la planificación de adaptación e ingresar en un ciclo de implementación y seguimiento. Así, el país será más propositivo respecto a cómo medir el progreso de la adaptación. Además, es clave presentar en la COP26 una Estrategia a Largo Plazo (LTS, por sus siglas en inglés) construida de modo participativo y que muestre claramente la hoja de ruta para lograr la neutralidad carbónica y la promoción de un desarrollo resiliente al clima hacia mediados de siglo. Se señala también que los flujos financieros y el gasto público nacionales deben adecuarse en el corto y mediano plazo a la trayectoria de neutralidad de carbono para el año 2050, tanto como a la consecución de la resiliencia, el incremento de la capacidad adaptativa y la reducción de la vulnerabilidad. Las recetas de recuperación pospandémica no pueden significar una ralentización de la acción climática, sino una oportunidad para la transición, anclada en el momentum que supone la ambición de los actores subnacionales y no estatales.